Muy frecuentemente aprendemos más de lo malo que nos ha pasado a que de lo bueno. Al mirar atrás, intentamos ver qué es en lo que fallamos y por qué nos llevó a una situación inesperada? No obstante, lo mejor no es mirar atrás y buscar la respuesta, sino seguir con lo nuestro y acostumbrarnos a vivir la posición de entonces. Y aunque algo no haya ido como lo hemos plantificado nosotros, no podemos rendirnos. En ningún caso deberíamos rendirnos. Lo que no te mata, te deja con heridas para que tengas una prueba de que sí has luchado y sí has hecho todo lo posible que pudieras.
Entonces aquí repito que en ciertos momentos de nuestra existencia tenemos que aprender a luchar aunque sea muy dificil, aprender a sufrir aunque duela mucho y si llega un fin inesperado y fracasamos, tenemos que aprender a perder.
La derrota nos obliga a cambiar el plan y buscar nuevo camino. Buscar algo nuevo es siempre un paso adelante porque mientrás más buscas, más encuentras, es decir más aprendes. Asi pues aprendamos a crecer, "porque crecer, vuelvo a decir hoy, es cambiar el plano".
El cambio puede ser muy brusco y repentino. Puede exigir de nosotros mucha paciencia, ya que al principio de lo nuevo probablemente no sea facil adaptarse a nuevas costumbres. Además lo más dificultoso va a ser cambiar nuestro pensamiento. Sin embargo eso también tiene su proceso, mucho más extenso y complicado por supuesto, pero posible llevar a cabo.
Es muy importante que sepamos que a partir del momento de tomar cierta decición vamos a quedarnos solos. (Van a haber muchos que querrán ayudarnos, pero nunca deberíamos tener expectativas,para luego no decepcionarnos). Nosotros somos los que finalmente deciden y a esa conclusión llegamos tan y solo en nuestro interior, con la armonía de nuestros emociones y sentimientos.
"Decídete y triunfarás en la vida,nunca pienses en la suerte porque la suerte es el pretexto de los fracasados"
Ineska